El primer paso es saber si tenemos la cantidad de tejido graso (adiposo) necesario, para poder extraerlo. Luego, la extracción se realizará; si la grasa necesaria es elevada, será necesario realizar liposucción abdominal o en las caderas, estas son las zonas con más células madre mesenquimales, capaces de reproducirse en cualquier linaje de células; si la zona a retocar es pequeña, la extracción se podría realizar con una jeringa.

Al extraer el tejido adiposo, se debe separar de sangre y otros tejidos. Se debe, bajo proceso de filtrado de Puregraft (sistema para estos procedimientos), conseguir que la grasa a transferir sea pura; para disminuir los porcentajes de reabsorción y que el cuerpo la asimile más rápidamente.

El siguiente paso es reubicar la grasa ya filtrada y procesada en la zona que se desea remoldar o aumentar. Es decir, ya llegamos a la fase final de la lipotransferencia.

Se usa para aumentar el tamaño y/o remoldar los glúteos de la manera menos invasiva. Esto se logra mediante un proceso de liposucción láser y filtrado del tejido adiposo.

Es recomendable además, usar la lipotransferencia optimizada, que consiste en enriquecer la grasa destinada al relleno, con factores de crecimiento antólogos; se encuentran ubicados en la sangre del paciente. Los factores de crecimiento favorecen al injerto de grasa y, a que se arraigue a la zona receptora; estos, se extraen del proceso de separación, aplicándosele a la sangre un proceso de centrifugado para separar las densidades y así obtenerlos.

Resultados de la lipotransferencia optimizada: elevación y aumento del volumen para conseguir el llamado “glúteo latino” o la mejora del glúteo plano, corrección de asimetrías causadas por factores hereditarios o algunas cirugías, reparación de los glúteos tras lesiones, traumatismos o accidentes.

Es la más común y sencilla; consiste en retirar tejido graso de cualquier parte del cuerpo con una jeringa, realizar el proceso de filtrado y separación de tejidos y volver a inyectar la grasa pura en los pómulos, frente, labios o cualquier parte deseada del rostro.

Cabe destacar, que como la reabsorción de la grasa es más elevada debido a la poca cantidad de grasa usada en este procedimiento; puede que a los pocos meses no tengamos el resultado deseado; aunque esto no siempre sea así, es necesario tomar en cuenta que existen métodos y productos de relleno reabsorbibles que actualmente tiene gran calidad y nos garantizan el resultado que queremos por un espacio de tiempo determinado. Por este motivo, es recomendable tomar en cuenta varias opciones antes de decidirse por la lipotransferencia en el rostro.

Normalmente se reabsorbe de 35% a 55% de la grasa implantada​; no significa que ambas mamas absorberán la misma cantidad, cabe la posibilidad de que queden asimétricas, un pecho puede quedar más pequeño que el otro. Se recomienda hablar con el cirujano sobre todas las técnicas para el aumento de pecho y así llegar a la mejor opción para el caso particular de cada quién.

Fines estéticos: aumento de volumen de seno, reducción de abdomen, caderas y muslos, además de afinar los resultados tras una mastectomía. Los fines reparadores incluyen: corrección de malformaciones congénitas, reconstrucción mamaria (incluye daños ocasionados por radioterapia). La lipotransferencia ofrece un aspecto natural al estar compuesto por su misma grasa y tejido, tiene riesgos nulos de rechazo.